Os voy a dar la receta de uno de los platos más típicos de la cocina romana. Seguramente los puristas dirán que si el tomate, que si la panceta, pero a mí no me importa porque seguramente en Amatrice, el pueblo del que son originarios, son maravillosos pero no todos tenemos "guanciale" (un tipo de tocino) o tomates de San Marciano. Se pueden hacer también con "bucatini", unos espaguetis agujereados.
Calcular la pasta es fácil: unos 80 gr. por persona es lo que se come normalmente. Si uno es muy comilón, calcular 100 gr. Yo lo preparé el otro día para tres y con 250 gr (medio paquete) comimos abundantemente. De panceta usé 100 gr. Era un trozo alargado que corté en pedacitos. También usé una lata de tomate en trozos, sal, pimienta, chile, albahaca y queso de oveja rallado (pecorino).
En una tartera grande puse a calentar el agua con sal. Cuando rompió a hervir eché la pasta. Los espaguetis hay que irlos girando poco a poco para que se vayan humedeciendo y entrando en la tartera.
Mientras la pasta cocía, unos 12 minutos o lo que indique el paquete, preparé la salsa.
En una sartén con poco aceite puse a dorar la panceta. Cuando tomó color añadí el tomate, un poco de sal, (poca porque la panceta ya es salada), la pimienta y la albahaca.También añadí una puntita de chile troceado para que le de un toque picante. La salsa hay que dejarla cocer un poco.
Cuando la pasta estuvo cocida, la escurrí y la mezclé con la salsa. Lo mejor es juntarla en la satrtén y "mantecarla" a fuego bajo. Una vez mezclada la pasé a la fuente de servir con un poco de queso mezclándolo todo bien. Se sirve con más queso.
Es un plato único, fácil de preparar y como dice mi hija "potente".
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jueves, 28 de marzo de 2013
sábado, 9 de marzo de 2013
Un bizcocho de chocolate vegano
Como hoy hice un bizcocho de chocolate, os voy a contar alguna cosilla del chocolate que se puede encontar en Italia. Primera cosa: olvidaos de la Nutella, de los Bacci Perugina y de los Ferrero Rocher.
La ciudad del chocolate por excelencia es Turín donde además de hacer coches, hacen maravillosos chocolates. En la capital del Piamonte se celebra todos los años una fiesta del chocolate, Cioccolatò, que hasta el pasado año era en marzo pero ahora ha pasado al mes de noviembre.
Si vais a Turín no dejeis de probar el Bicerín, una bebida caliente a base de café, cacao y crema de leche. ¡Deliciosa! En cuanto a bombones, hay de todo: cortados, pralinas, tartufos, pero la especialidad es el gianduiotto, un bombón con crema de avellana del Piemonte.
Venchi es una de las marcas más antiguas ya que se fundó en 1878. Desde hace unos años también hacen helados artesanos con diversos gustos de chocolate y han abierto heladerías en varias ciudades italians y extranjeras. En plena plaza Castello está el famosísimo café Baratti & Milano donde merece entrar a echar un ojo aunque solo sea para ver el magnífico local recientemente restaurado. Los que saben de chocolate dicen que el mejor es el de Guido Gobino, en via Giuseppe Luigi Lagrange, a dos pasos de plaza San Carlo. El único problema es elegir el chocolate porque allí se pierde el gusto: hay de todo y cada uno es mejor que el otro. Os recomiendo una bolsita con una selección de las distintas variedades: gianduioti, cremini (cortados), ganaches y cialdine de diversos gustos. Cuesta un poco pero merece la pena.
Mi dulce de hoy es además vegano, es decir que está hecho sin huevo y sin leche porque venía a comer Matteo que como no come nada que sea de origen animal en su dieta están descartados los huevos, la leche y hasta la miel. Siempre fue un problema hacer un postre para él hasta que encontré esta receta que luego yo cambié un poco. Es muy fácil y se basa en la del famoso bizcocho del yogurt.
Ingredientes: un vaso de yogur de soja (el mio era de 400 gr.), el mismo vaso de azúcar, dos vasos de harina, medio vaso de cacao amargo, medio vaso de maizena, medio vaso de leche de soja, medio vaso de aceite, un sobre de levadura y pepitas de chocolate. Para el molde: margarina vegetal y un poco de harina.
En un bol mezclamos con la batidora todos los ingrediente menos las pepitas de chocolate que luego añadimos tras haberlas pasado por un poco de harina para que no se vayan al fondo. Untamos el molde con margarina y harina y vertimos la mezcla en el. Lo metemos en el horno a 180º durante 35/40 minutos. Estará bien cocido cuando pinchándo con una aguja de calcetar, esta salga limpia. Lo desmoldamos y lo dejamos enfriar. Cuando está frío lo podemos decor con azúzar en polvo. También lo podemos abrir por la mitad y untarlo con una capa de crema de chocolate (¡sin leche!)
Es muy fácil y os garantizo que queda jugoso y es muy rico. Y seguramente tiene menos calorías que un bizcocho normal...!
¡Ah! La fotos son de la fotógrafa de la familia: Laura.
La ciudad del chocolate por excelencia es Turín donde además de hacer coches, hacen maravillosos chocolates. En la capital del Piamonte se celebra todos los años una fiesta del chocolate, Cioccolatò, que hasta el pasado año era en marzo pero ahora ha pasado al mes de noviembre.
Si vais a Turín no dejeis de probar el Bicerín, una bebida caliente a base de café, cacao y crema de leche. ¡Deliciosa! En cuanto a bombones, hay de todo: cortados, pralinas, tartufos, pero la especialidad es el gianduiotto, un bombón con crema de avellana del Piemonte.
Venchi es una de las marcas más antiguas ya que se fundó en 1878. Desde hace unos años también hacen helados artesanos con diversos gustos de chocolate y han abierto heladerías en varias ciudades italians y extranjeras. En plena plaza Castello está el famosísimo café Baratti & Milano donde merece entrar a echar un ojo aunque solo sea para ver el magnífico local recientemente restaurado. Los que saben de chocolate dicen que el mejor es el de Guido Gobino, en via Giuseppe Luigi Lagrange, a dos pasos de plaza San Carlo. El único problema es elegir el chocolate porque allí se pierde el gusto: hay de todo y cada uno es mejor que el otro. Os recomiendo una bolsita con una selección de las distintas variedades: gianduioti, cremini (cortados), ganaches y cialdine de diversos gustos. Cuesta un poco pero merece la pena.
Mi dulce de hoy es además vegano, es decir que está hecho sin huevo y sin leche porque venía a comer Matteo que como no come nada que sea de origen animal en su dieta están descartados los huevos, la leche y hasta la miel. Siempre fue un problema hacer un postre para él hasta que encontré esta receta que luego yo cambié un poco. Es muy fácil y se basa en la del famoso bizcocho del yogurt.
Ingredientes: un vaso de yogur de soja (el mio era de 400 gr.), el mismo vaso de azúcar, dos vasos de harina, medio vaso de cacao amargo, medio vaso de maizena, medio vaso de leche de soja, medio vaso de aceite, un sobre de levadura y pepitas de chocolate. Para el molde: margarina vegetal y un poco de harina.
En un bol mezclamos con la batidora todos los ingrediente menos las pepitas de chocolate que luego añadimos tras haberlas pasado por un poco de harina para que no se vayan al fondo. Untamos el molde con margarina y harina y vertimos la mezcla en el. Lo metemos en el horno a 180º durante 35/40 minutos. Estará bien cocido cuando pinchándo con una aguja de calcetar, esta salga limpia. Lo desmoldamos y lo dejamos enfriar. Cuando está frío lo podemos decor con azúzar en polvo. También lo podemos abrir por la mitad y untarlo con una capa de crema de chocolate (¡sin leche!)
Es muy fácil y os garantizo que queda jugoso y es muy rico. Y seguramente tiene menos calorías que un bizcocho normal...!
¡Ah! La fotos son de la fotógrafa de la familia: Laura.
martes, 5 de marzo de 2013
Luto en Nápoles
Hoy es un día muy triste para Nápoles. Esta noche ardió una de sus joyas, un símbolo del renacimiento de la ciudad, la Ciudad de las Ciencias. Un estupendo museo interactivo que se había construido en lo que fueron unos altos hornos. Muy cerquita del mar y en una zona degradada, había surgido una pequeña maravilla. Miles de personas, sobre todo estudiantes, lo visitaban cada año.
Os traduzo lo que escribe Roberto Saviano: Aún no sabemos si se trata de un incendio provocado pero Bagnoli (es el barrio) ha estado siempre en la mira de los clanes que, frente al mar, querrían edificar casas... El fuego que destruye la Ciudad de la Ciencia confirma el fracaso de imaginar una Bagnoli distinta. Una Nápoles distinta.
Ancora non sappiamo se si tratta di incendio doloso, ma Bagnoli da sempre è nelle mire dei clan che lì - fronte mare - vorrebbero edificare condomini... Il fuoco che distrugge Città della scienza suggella il fallimento di immaginare una Bagnoli diversa. Una Napoli diversa.
¡Qué tristeza!
Os traduzo lo que escribe Roberto Saviano: Aún no sabemos si se trata de un incendio provocado pero Bagnoli (es el barrio) ha estado siempre en la mira de los clanes que, frente al mar, querrían edificar casas... El fuego que destruye la Ciudad de la Ciencia confirma el fracaso de imaginar una Bagnoli distinta. Una Nápoles distinta.
Ancora non sappiamo se si tratta di incendio doloso, ma Bagnoli da sempre è nelle mire dei clan che lì - fronte mare - vorrebbero edificare condomini... Il fuoco che distrugge Città della scienza suggella il fallimento di immaginare una Bagnoli diversa. Una Napoli diversa.
sábado, 2 de marzo de 2013
Hola a todos
HOLA A TODOS
Esta mañana, tras haber realizado una maravillosa quiche de calabacines, pedí a mi hija Laura que la fotografiara para guardarla como recuerdo. Mientras hacía las fotos, me dio la idea: Mamá, ¿por qué no haces un blog de cocina italiana y vegana? Y ahí nació este blog.
He descubierto que me gusta cocinar, sobre todo los sábados y domingos que tengo tiempo. Desde que estoy en Italia, y ya van para 17 años, he aprendido muchas cosas, sobre todo de cocina vegetariana y vegana gracias a Matteo, mi hijastro.
Los veganos no comen nada que tenga origen animal por lo que han eliminado de su dieta tanto los huevos como la leche y sus derivados. Al principio, cuando hace unos 6 años, decidió seguir este tipo de alimnetación fue un shock para toda la familia, sobre todo para mi. Más tarde y poco a poco, he aprendido a hacer muchas cosas y cuando comemos todos juntos siempre hay un plato con tofu o seitan o soja. ¡Hasta hice un curso de cocina vegana!
El plato de hoy no era vegano, era simplemente vegetariano. Es una quiche de calabacines que os voy a explicar:
Ingredientes: Una masa quebrada redonda ya preparada (la de Carrefur es muy buena), 600 gr. de calabacines, tres huevos, 1 vaso (250 gr.) de ricotta o un queso blando tipo Philadelphia. 1 vaso de nata de cocina, queso rallado (mejor de cabra), sal y pimienta.
En un bol bate los huevos, añade la ricotta y la nata. Mientras en la batidora pica los calabacines hasta que queden en trozos muy pequeños, añadelos a los huevos y el queso y mezclalo todo bien con el queso rallado, la sal y la pimienta.
Mientras tanto calienta el horno a 180º y pon la masa en el molde pinchándola un poco. Vierte el compuesto y espolvoréalo con más queso rallado. Si tienes un queso blando puedes poner unos trocito encima. Mételo al horno a 180º durante media hora. Cuando esté dorado sacalo y déjalo enfiar. Dentro tiene que quedar jugoso.
Bueno, pues esta es mi primera receta y espero que os guste
Esta mañana, tras haber realizado una maravillosa quiche de calabacines, pedí a mi hija Laura que la fotografiara para guardarla como recuerdo. Mientras hacía las fotos, me dio la idea: Mamá, ¿por qué no haces un blog de cocina italiana y vegana? Y ahí nació este blog.
He descubierto que me gusta cocinar, sobre todo los sábados y domingos que tengo tiempo. Desde que estoy en Italia, y ya van para 17 años, he aprendido muchas cosas, sobre todo de cocina vegetariana y vegana gracias a Matteo, mi hijastro.
Los veganos no comen nada que tenga origen animal por lo que han eliminado de su dieta tanto los huevos como la leche y sus derivados. Al principio, cuando hace unos 6 años, decidió seguir este tipo de alimnetación fue un shock para toda la familia, sobre todo para mi. Más tarde y poco a poco, he aprendido a hacer muchas cosas y cuando comemos todos juntos siempre hay un plato con tofu o seitan o soja. ¡Hasta hice un curso de cocina vegana!
El plato de hoy no era vegano, era simplemente vegetariano. Es una quiche de calabacines que os voy a explicar:
Ingredientes: Una masa quebrada redonda ya preparada (la de Carrefur es muy buena), 600 gr. de calabacines, tres huevos, 1 vaso (250 gr.) de ricotta o un queso blando tipo Philadelphia. 1 vaso de nata de cocina, queso rallado (mejor de cabra), sal y pimienta.
En un bol bate los huevos, añade la ricotta y la nata. Mientras en la batidora pica los calabacines hasta que queden en trozos muy pequeños, añadelos a los huevos y el queso y mezclalo todo bien con el queso rallado, la sal y la pimienta.
Mientras tanto calienta el horno a 180º y pon la masa en el molde pinchándola un poco. Vierte el compuesto y espolvoréalo con más queso rallado. Si tienes un queso blando puedes poner unos trocito encima. Mételo al horno a 180º durante media hora. Cuando esté dorado sacalo y déjalo enfiar. Dentro tiene que quedar jugoso.
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